El olivo es un cultivo mediterráneo que está presente en la historia y el paisaje de nuestra geografía dede hace mas de dos mil años.

Primero fueron los fenicios, los griegos, los romanos y por último los árabes los que extendieron y perfeccionaron las técnicas del cultivo del olivar y de la extracción del aceite.
El olivar siempre ha formado parte de nuestro paisaje como un cultivo rústico, adaptado a terrenos ávidos.

Prueba de ello es que España produce casi la mitad del aceite de oliva de todo el mundo, seguido por Italia y Grecia. Estos tres países acaparan las tres cuartas partes de la producción mundial( Fuente: Wikipedia)

 

El aceite de oliva virgen extra  se extrae de diferentes variedades de aceituna, por lo que en cada zona los tipos de aceite virgen extra será distinta.

En la zona de Navarra por ejemplo predomina la variedad arróniz, arbequina o empeltre.

En la zona de Cáceres las aceitunas más utilizadas son la manzanilla cacereña.

En Badajoz son más características la picual, morisca, hojiblanca y verdial.

Todo ello confiere diversos sabores al aceite y es una de las razones por lo que nos decantamos por uno o por otro.

 

 

En cuanto a los vinagres, destacamos el vinagre de módena o aceto balsámico.
La diferencia de este vinagre de aceto balsámico con el resto de vinagres corrientes está en que se elabora con el mosto del vino ( tintos y blancos), no con el vino.

La elaboración es una mezcla continua de viejos y nuevos vinagres.

La maduración se hace en toneles de diferentes maderas y el tiempo de maduración es muy superior (al menos 12 años ) al de los demás vinagres (períodos de entre 4 a 5 años ) .

El resultado de todo este proceso es un sabor fuerte, ligeramente dulce de color oscuro que hace realmente diferente el vinagre balsámico del resto de vinagres convencionales.